Las exposiciones fotográficas son, para mí, una forma esencial de compartir historias reales que a menudo quedan invisibles. A través del lenguaje visual del documental, busco acercar al espectador a realidades humanas profundas, a experiencias de vida marcadas por la dignidad, la lucha, la soledad o la esperanza. La fotografía no es solo una herramienta de trabajo, es una forma de ver, de entender y de crear memoria.
En cada exposición intento ofrecer una mirada honesta y respetuosa, que invite a la reflexión sobre el mundo que habitamos y las personas que lo conforman. Lo que muestro no son simples imágenes, sino fragmentos de vidas que merecen ser contadas. Mi objetivo es que, al observarlas, podáis sentir esa conexión invisible que une al fotógrafo, al retratado y al espectador. Porque detrás de cada historia hay una verdad, y detrás de cada sacrificio, una humanidad que vale la pena comprender.
